Científicos alertan sobre consecuencias irreversibles si no se reducen las emisiones antes de 2030.
El Centro de Observación del Clima de Noruega reportó que el deshielo del Ártico alcanzó su punto más bajo en 45 años, con una pérdida de 2,7 millones de kilómetros cuadrados de hielo marino en lo que va de 2025.
La tendencia acelerada preocupa a la comunidad científica, ya que la reducción del hielo afecta la regulación térmica global y contribuye al aumento del nivel del mar.
Expertos explican que el deshielo altera los patrones meteorológicos y puede intensificar fenómenos extremos, como huracanes o sequías en zonas tropicales.
El derretimiento también está modificando los hábitats naturales de especies como osos polares, morsas y focas, que enfrentan una rápida disminución de su población.
Diversos gobiernos han solicitado reforzar los compromisos del Acuerdo de París y financiar tecnologías de captura de carbono para frenar la tendencia.
Si el ritmo actual continúa, los científicos estiman que el Ártico podría quedar completamente libre de hielo durante los veranos de la próxima década.

