Los huertos verticales en edificios y contenedores se perfilan como solución al abastecimiento sostenible en entornos urbanos.
La agricultura vertical ya no es solo un experimento futurista: es una realidad que se expande rápidamente en las principales ciudades del mundo. A través de cultivos hidropónicos y sistemas de iluminación LED, estos huertos permiten producir hortalizas y frutas dentro de edificios, contenedores reciclados o estructuras modulares, optimizando el uso de agua y tierra. Empresas como AeroFarms y Infarm han logrado producir hasta 300 veces más por metro cuadrado que la agricultura convencional, usando un 90% menos de agua. Además de reducir la huella de carbono al evitar largos traslados de los alimentos, estas granjas verticales ofrecen una solución para el abastecimiento local en contextos de crisis climática y crecimiento urbano. El desafío: reducir los costos energéticos y ampliar la variedad de cultivos viables para este sistema.