Fuente: La Serena Online
El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) y el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil han iniciado la marcha blanca de un trabajo conjunto. Este esfuerzo forma parte del Protocolo de Derivación y Acceso a Tratamiento de Jóvenes ingresados al Sistema Penal por la Ley 20.084, elaborado por la Mesa Técnica Regional del convenio de colaboración técnica de ambas instituciones, junto con el Servicio de Salud, la Seremi de Salud y Gendarmería de Chile.
Objetivo del Protocolo
Declaraciones de las Autoridades
El Director Regional de SENDA, Rodrigo Maturana, indicó:
“El protocolo viene a dar cuenta de un proceso de bastante construcción a través de las mesas técnicas regionales de convenio, en donde participa la Seremi de Salud, Servicio de Salud, Senda, Reinserción Social Juvenil y también Gendarmería. Específicamente, lo que estamos haciendo como hito hoy día es la marcha blanca en torno al seguimiento, que está mucho más circunscrito a SENDA y al Servicio de Reinserción Social Juvenil, porque es ahí donde se articula directamente la derivación de los casos, para que velemos que los adolescentes y jóvenes que necesiten tratamiento puedan acceder de la manera más rápida.”
Fortalecimiento de la Coordinación Institucional
Con este instrumento, se busca seguir fortaleciendo la coordinación entre las instituciones, con la finalidad de mejorar la atención integral de las y los jóvenes sujetos a la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente.
La Directora Regional del Servicio de Reinserción Social Juvenil, Loreto Rebolledo, finalizó:
“La implementación de este protocolo, en esta marcha blanca, nos va a ayudar a identificar brechas, disminuirlas y poner al centro siempre a los jóvenes, para que sus procesos no se vean alterados en términos del tratamiento que deben seguir, estableciendo una coordinación oportuna y una respuesta eficiente y eficaz. Esta marcha blanca nos va a poner las alertas necesarias y también nos va a permitir efectuar las mejoras correspondientes, en beneficio de los y las jóvenes atendidos por el servicio.”
Este protocolo representa un avance significativo en la coordinación interinstitucional para garantizar que los jóvenes reciban el tratamiento necesario de manera oportuna y eficiente, mejorando así su proceso de reinserción social.